Un Plan de Igualdad tiene como finalidad eliminar la desigualdad por razón de sexo en la empresa para reforzar la igualdad de trato y oportunidades.
Con este objetivo, el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación viene a modificar en algunos aspectos la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Entre sus medidas, establece la elaboración de un Plan de Igualdad. La completa elaboración y desarrollo del Plan se desarrolla en 5 fases:
La primera fase, consiste en la puesta en marcha del proceso de elaboración del Plan de Igualdad;
Están obligados a negociar el diagnóstico y el Plan, a través de la apertura de la negociación y la constitución de una comisión negociadora, las siguientes empresas:
-Las que tengan cincuenta o más personas trabajadoras en su plantilla.
-Las obligadas por el convenio colectivo que fuera de aplicación.
-Empresas en las que la autoridad laboral lo hubiera acordado en un procedimiento sancionador, sustituyendo las sanciones por la elaboración de un plan de igualdad.
Para el resto de las empresas, tendrá carácter voluntario previa consulta o negociación con la representación legal de las trabajadoras y los trabajadores. Se debe comunicar la apertura de la negociación y constitución de la comisión negociadora.
Los intervinientes en el desarrollo del Plan son; la representación legal de la empresa y la de los trabajadores, que en caso de no existir, se llevará a cabo por una representación de personas trabajadoras , integrada por los sindicatos más representativos con legitimación.
Tras comunicar la iniciativa, la comisión negociadora se debe constituir en el plazo máximo de 3 meses tras alcanzar el número de personas que lo hacen obligatorio, o a la publicación del convenio por el que se establezca la elaboración del Plan.
La segunda fase, la realización del diagnóstico;
Consiste en el análisis de la situación de la empresa para detectar aquellos ámbitos en los que se produce desigualdad y sobre los que se debe actuar.
Recabada la información necesaria se lleva a cabo el informe-diagnóstico. Se detalla, en concreto:
-Principales problemas y dificultades detectadas.
-Ámbitos prioritarios de actuación.
-Objetivos generales.
-Propuestas de mejora.
La tercera fase, consiste en el diseño, aprobación y registro del Plan de Igualdad.
En esta fase se definen los objetivos, medidas, indicadores de seguimiento de evaluación, el calendario de aplicación, su aprobación y el registro del Plan.
El periodo de vigencia establecido no será superior a cuatro años.
En el documento final, junto con la fijación de objetivos y la definición de medidas, se detalla el sistema de seguimiento. Debe contener;
-La designación del órgano de vigilancia y control encargado de realizar el seguimiento, con mención expresa a su composición y atribuciones. En el que participará, de forma paritaria, la representación legal de la empresa y de las personas trabajadoras manteniendo una composición equilibrada entre mujeres y hombres, siempre que sea posible.
-Se establecerá un cronograma de actuaciones.
-Los indicadores e instrumentos de recogida de información.
-La documentación relativa a la implantación y seguimiento del plan.
-El procedimiento para solventar discrepancias que pudieran surgir durante el tiempo de vigencia del plan.
-La elaboración de informes de seguimiento periódicos que incluyan análisis y valoración de la ejecución, así como propuestas de modificación o mejora. Estos informes servirán de base para la evaluación del plan.
La evaluación, es la fase que cierra el proceso de diseño y aplicación del Plan y la base sobre la que se apoya la revisión. La información obtenida formará parte del nuevo diagnóstico, que culminará en la aprobación de un nuevo plan.
Una vez redactado, el Plan será aprobado y firmado por las partes negociadoras. Después, será inscrito en el “Registro de Planes de Igualdad”, que permitirá el acceso público a su contenido.
En el plazo de quince días desde la firma, la comisión negociadora, o quien formule la solicitud, presentará electrónicamente y ante el Registro de la autoridad laboral competente, la solicitud de inscripción. La solicitud irá acompañada del texto original del Plan y de las actas de las distintas sesiones celebradas, incluyendo las referidas a la constitución de la comisión negociadora y a la de firma del plan de igualdad, con expresión de las partes que lo suscriban.
Cuarta fase, la implantación y seguimiento del Plan de Igualdad:
En esta fase se debe implantar el Plan de Igualdad de acuerdo con la planificación prevista en el cronograma.
En el seguimiento, se controlará y verificará que la ejecución de medidas se ajuste al plan.
Se ha de diseñar una ficha de seguimiento de medidas utilizando los indicadores de seguimiento. Esta ficha será trasladada al órgano de vigilancia y control.
Tras lo anterior, se realiza el informe de seguimiento.
Quinta y última fase, la evaluación del Plan de Igualdad;
Esta fase permite conocer el grado de cumplimiento de los objetivos definidos y de las medidas ejecutadas.
A las partes intervinientes anteriormente se añadirá la comisión de seguimiento.
El objetivo principal es valorar qué se ha hecho, el cómo y del modo que se ha conseguido.
El informe de evaluación aúna información cuantitativa y cualitativa relativos al Plan de Igualdad durante el periodo de vigencia de este, ofreciendo una comparativa de la situación de la empresa en términos de igualdad. Constituye una base sólida y con un alto grado de información para acometer un nuevo diagnóstico que culmine en la actualización y aprobación de un nuevo Plan de Igualdad.
Una vez obtenidos los datos relativos al seguimiento y evaluación, se estará en disposición de comparar los resultados obtenidos con los iniciales.
Una vez entendido el desarrollo del Plan de Igualdad tienen la información necesaria para implantarlo en su empresa.
Si tiene alguna cuestión, no dude en consultarnos.